domingo, 13 de diciembre de 2009

Especial Primer Empleo.

El salto de la facultad a la cola del paro.

La tasa de desempleo juvenil en España es la más alta de la Unión Europea. En un escenario económico de recesión, las empresas apuestan por contratar a profesionales que demuestren una dilatada experiencia. El empleo temporal es la tabla de salvación de los menores de 25 años.

Son unos de los principales perjudicados de la contracción del mercado laboral. En apenas dos años, la tasa de paro de los jóvenes españoles de entre 20 y 24 años ha pasado del 15% al 25%, una cifra que no se recordaba desde el año 2000, según datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística. Hoy ya son más de 400.000 los menores de 25 años en situación de desempleo.
El escenario es análogo en otros países de la Unión Europea. En Reino Unido la situación es crítica. De los tres millones de parados con los que cerró 2008, 1,25 millones tienen menos de 25 años, según informa el periódico The Guardian, que ya ha bautizado a este colectivo como Generación Crunch. Y esto se repite en otros estados comunitarios, como Italia –donde la tasa de desempleo es del 20,6%, según la empresa de trabajo temporal Unique–, Grecia –21,9%– o Hungría –22,5%–.

“Los recién titulados asisten a un importante cambio. Mientras que hace un año podían elegir entre cuatro o cinco ofertas laborales, actualmente las firmas recibimos muchos más currículos que nuestras necesidades de contratación”, explica Segor Teclesmayer, director de recursos humanos de KPMG, multinacional considerada como un termómetro del mercado laboral.

Así lo constata también Mercedes Elipe, directora comercial de Unique, que señala que la duración de los procesos de selección se ha alargado de tres días a tres semanas, porque sus clientes son ahora más exigentes que hace un año. “Si para cubrir una plaza nos bastaba con presentar cuatro candidatos, ahora nos piden un mínimo de diez”, dice la directiva, que añade que, a pesar de esto, “un 30% de los pedidos son cancelados, mientras que antes este porcentaje no superaba el 3%”.

Los servicios de empleo de las universidades españolas también están percibiendo un cambio en las peticiones de las empresas contratantes. Desde el Centro de Orientación e Información de Empleo de la Universidad Complutense de Madrid afirman que la crisis económica está repercutiendo en una disminución de su oferta de empleo y prácticas.

Francisco Javier Landa, director de la Oficina de Salidas Profesionales de la Universidad de Navarra, asegura que “los programas de iniciación a la empresa –lo que otras universidades denominan prácticas– están desplazando a las ofertas laborales, como consecuencia de la incertidumbre del mercado laboral”.

En concreto, las titulaciones de Arquitectura y Arquitectura Técnica, por su relación con el mercado inmobiliario, y las carreras del área de Humanidades son las que más padecen la sequía de oportunidades laborales, aunque, previsiblemente, casi todas sufrirán una contención en sus salarios de entrada, según KPMG.

En este escenario, el empleo eventual cobra cierto protagonismo entre los jóvenes que, una vez finalizados sus estudios, se enfrentan al hecho de que las empresas prefieren contratar a profesionales con experiencia. “Las firmas buscan candidatos con una alta cualificación y con bagaje profesional, un requisito que resta aún más las posibilidades de inserción laboral de los más jóvenes”, explica María del Carmen Macías, directora de zona de Randstad.

La alternativa es entrar en el mercado de trabajo bajo el paraguas inestable de la contratación temporal. Esto se traduce en un aumento sin precedentes de la tasa de temporalidad de los menores de 25 años, que ya se sitúa en el 57,4%. Francisco Aranda, presidente de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett), cree que “el empleo eventual causal y justificado es una solución porque evita que este colectivo se desvincule del mercado laboral”. Sin embargo, recuerda que las previsiones no son buenas, ni para los jóvenes ni para el resto de la población activa. “Las medidas emprendidas hasta ahora sólo han sido paliativas. Es el momento de demostrar voluntad política y de plantear reformas que sean capaces de modernizar nuestro mercado de trabajo, armonizándolo con los estándares europeos”, recuerda Aranda, que concluye que, no en vano, “la tasa de paro juvenil española es la más alta de toda la Unión Europea y la que más se ha incrementado en el último año”.

Claves para mejorar su empleabilidad
Los expertos recomiendan que los jóvenes en paro trabajen sobre un objetivo claro:
mejorar su empleabilidad. Francisco Javier Landa, director de la Oficina de Salidas Profesionales de la Universidad de Navarra, destaca dos flancos a cubrir: la obtención del permiso de conducir y el estudio de idiomas. “Estamos en _un mundo globalizado en el que _la movilidad de profesionales será crucial en el futuro”, explica. Ricardo Latorre, director académico del centro superior de Edificación de _la Universidad Europea de Madrid, añade que “el contexto de recesión económica constituye un buen momento para que los jóvenes _se especialicen a través de un posgrado, porque éste aportará _un valor añadido a su candidatura”. Realizar trabajos de voluntariado en una ONG también puede fortalecer el currículo del demandante de empleo. Esta experiencia potencia la capacidad de compromiso y el afán de superación de la persona. Su colaboración indica que el candidato sabe trabajar en equipo, resolver problemas y orientar sus acciones a un objetivo. En cualquier caso, Landa recuerda que “para afrontar la situación de desempleo, se necesita mucha ilusión y grandes dosis de optimismo”.

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